Pasamos una escapada y el trato del personal fue excepcional, haciéndonos sentir como en casa. Las habitaciones estaban limpias y reformadas, perfectas para descansar después de un día activo. Sin embargo, el calor por la tarde se sentía bastante y también había algo de ruido del restaurante en la planta baja. Aun así, la experiencia gastronómica con comida casera fue un gran punto destacado.

La atención fue excelente, con un equipo que

realmente se preocupa por los huéspedes. La decoración está cuidada y crea un ambiente acogedor. Aunque el desayuno en el restaurante asociado fue bueno, el horario podría mejorarse un poco. Sin duda, el mejor lugar para una escapada en los Pirineos.

El trato excepcional y la comida casera son increíbles.

Las ensaladas son un verdadero manjar, frescas y llenas de sabor. El trato del personal fue fabuloso, haciendo que nos sintiéramos como en casa. Además, el hotel tiene una ubicación excelente, a un paso de todo sin el bullicio del centro.

Aunque la habitación era muy cómoda, echamos en falta un par de detalles como una estantería en la ducha y enchufes cerca de la cama. ¡Preparados para balancear el español al 100% porque aquí la lengua de Cervantes manda!

Las habitaciones están bien reformadas, cómodas y con buenos colchones para descansar tras un día de actividades. La experiencia gastronómica con comida casera de calidad es un punto destacado, especialmente después de una jornada intensa.

Eché en falta ventiladores de techo en las habitaciones. el calor por la tarde se sentía bastante. Además, las habitaciones en la planta baja experimentan un poco de ruido del restaurante, aunque esto solo ocurre durante las cenas. Resulta también que el espacio en los baños puede ser limitado, especialmente por la falta de perchas para colgar cosas.

De verdad que lo aconsejo para una escapada de fin de semana,

Cómoda habitación, amable personal, el desayuno fue abundante y delicioso, además de que la ubicación era ideal para explorar los alrededores y se podía aparcar gratis cerca del hotel.

Nada, ninguna queja

La atención de la dueña fue excepcional, haciéndonos sentir como en casa. Agradecimos mucho el bocata de longaniza después de una jornada de senderismo.

Todo genial, habitación reformada y limpia.

La habitación es súper cómoda, con camas grandes y colchones de calidad. Todo limpísimo y bien cuidado. La decoración está reformada, se nota que le han puesto cariño. Además, la duxa es una pasada. Solo echamos en falta un par de enchufes cerca de la cama. Pero en general, todo genial para relajarse después de un día de actividades.

el trato fue increíble, te hacen sentir como en casa y la habitación estaba limpia y reformada. además, el bocata de longaniza después de un día de actividades fue un lujazo.

faltaron ventiladores de techo en la habitación.

Un lugar acolledor, onde te comen a mimar desde o primeiro momento. Desayuno delicioso e bocatas de longaniza que son un luxo tras unha xornada de esquí. O persoal, que parece da familia, fixo todo para que nos sintisemos como na casa. Recomendable ao 100%.

La ubicación es excelente, cerca de todo pero sin el bullicio del centro. El trato del personal fue increíble. te hacen sentir como en casa, especialmente la dueña. Además, cuando bajamos de esquiar nos prepararon un delicioso bocata de longaniza. ¡Un lujo!

Mi mujer dice que habría sido mejor tener ventiladores de techo en la habitación. Con el calor que hace en verano, esto sería un gran detalle para las familias.

Buen wifi, aparcamiento gratis y atención excelente. Falta opción de snacks en el bar.

el acogedor refugio ideal después de esquiar

cerca de las pistas, ambiente familiar

baño pequeño

Pasamos un finde genial con amigos. La ubicación ideal te permite explorar el hermoso Pirineo, y los desayunos son abundantes. Después de esquiar en Formigal, un bocata de longaniza te espera. Trato maravilloso por parte del equipo, haciéndonos sentir como en casa.

Aunque todo fue muy bueno, no había opción de snacks en el bar, lo que hubiera sido útil después de un día activo.